Trubin quiso despejar el balón y le apuntó directamente a la cabeza de Raphinha.
Barcelona llegó al descuento de una manera, cuanto menos, insólita. Es que el partido para el Benfica estaba demasiado tranquilo y se lo complicó solo.
En una devolución de gentilezas (pues los primeros dos tantos del elenco portugués fueron por errores no forzados de la defensa blaugrana), el porto Trubin sacó desde el fondo y, sin querer, le apuntó a Raphinha que estaba a escasos metros de área.
Del impacto, el esférico terminó directamente dentro de la valla del Benfica que, de esta forma, le regaló el descuento para el 3 a 2 al Barcelona.
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