¡Ajustes en el Metropolitano! El Atlético de Madrid, inmerso en la planificación de su plantilla para la próxima temporada, se enfrenta a un desafío crucial: equilibrar la competitividad deportiva con la estricta normativa del Fair Play Financiero de LaLiga. Por ello, la dirección deportiva ha puesto en el mercado a uno de sus jugadores.
La urgencia por equilibrar las cuentas
El director deportivo del club colchonero, Carlos Bucero, trabaja a contrarreloj para cerrar un último fichaje antes del inicio liguero. Este se sumaría a los seis refuerzos ya presentados, entre los que se encuentran Álex Baena, Thiago Almada, Matteo Ruggeri y Marc Pubill. Entre los posibles candidatos para el último refuerzo suenan nombres como el delantero del Napoli, Giacomo Raspadori, o un central para cubrir la baja de José María Giménez.
Sin embargo, la principal preocupación del Atlético de Madrid es no exceder el límite salarial para evitar las sanciones de LaLiga. Ante este panorama, la venta de algún jugador se presenta como una solución inminente para sanear las arcas del club.
Nahuel Molina, el señalado
El principal candidato para abandonar la disciplina rojiblanca es el argentino Nahuel Molina. El lateral derecho, que ha tenido un rendimiento por debajo de lo esperado la última temporada, parece ser prescindible para el entrenador Diego Simeone. Según los rumores, la Serie A podría ser su destino, regresando a un campeonato donde ya jugó para el Udinese.
La directiva, con Enrique Cerezo a la cabeza, ve con buenos ojos una transferencia del futbolista de la selección argentina. El club espera obtener una cifra cercana a su cláusula de rescisión, que ronda los 20 millones de euros, para poder equilibrar sus cuentas y cumplir con las regulaciones financieras.
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