Romelu Lukaku esperaba ser titular en la final de la Champions, pero Inzaghi prefirió a Dzeko.
Las palabras de Romelu Lukaku en la rueda de prensa de ayer en Bélgica han levantado mucha polémica. El delantero de la Roma aseguró que se sintió «incómodo» después de la final de la Champions League ante el Manchester City, y que hablaría de lo que pasó «más tarde».
El artículo de La Gazzetta dello Sport publicado hoy arroja luz sobre lo que sucedió la semana previa a la final en Estambul. Lukaku estaba convencido de que sería titular, y que su buen rendimiento en los últimos meses le había dado la razón. Sin embargo, Inzaghi optó por Dzeko, el hombre que había sido titular en los partidos decisivos de la Champions League.
Según el artículo, Lukaku no pidió ninguna conversación con Inzaghi para intentar convencerlo de que lo pusiera de titular. Simplemente, se limitó a trabajar duro y a entrenar al máximo. Sin embargo, la noticia de que Dzeko sería el delantero titular le sentó muy mal.
Lukaku entró en el partido en el minuto 12 de la segunda parte, pero no pudo evitar que el City se llevara la victoria. El delantero, que ya había anunciado su intención de dejar el Inter en el verano, se sintió frustrado por la decisión de Inzaghi, y esta frustración, evidentemente, sigue estando presente hoy en día.
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