Las voces de alarma de los profesionales se multiplican ante la falta de medidas para reducir la carga de partidos que, en definitiva, terminan ocasionando más lesiones.
El fútbol lleva tiempo emitiendo señales de alarma ante un calendario cada vez más extenuante y al respecto fueron muchas las voces que se han alzado contra el vertiginoso ritmo de partidos que soportan los jugadores.
«Están mandando a los jugadores al matadero», llegó a decir recientemente el técnico de la Lazio, Maurizio Sarri. Y no fue el único: «Jugamos demasiados partidos y se materializa a través de lesiones, hay que dar un golpe en la mesa», avisó Tchouaméni hace días.
Y en esa misma línea se paró Ancelotti: «Hay que pensar en los jugadores, porque si ellos se cansan no hay nada que hacer».
Y la realidad es que los números hablan por sí solos, y reflejan que los futbolistas están exponiendo su físico.
Por ejemplo, Rüdiger, entre Madrid y Alemania, acabarán esta semana con 16 partidos disputados en sólo 10 semanas de competición.
Además, la temporada pasada un jugador internacional del Real Madrid tenía por delante la posibilidad de jugar 75 o 76 partidos.
Como para sustentar esta situación, Marca publicó que entre septiembre y octubre, solo en la Liga, se ocasionaron 122 lesiones.
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