Si el entrenador lo sigue alternando, le quita chances a Mbappé para sus objetivos individuales.
Luis Enrique ya ha dicho que necesita que el PSG se adapte a jugar sin Kylian Mbappé porque ya es casi un hecho que no seguirá una vez terminé esta temporada.
Por eso, ante Nantes, Rennes y Mónaco, el delantero de 25 años no participó del juego completo, algo que fastidio tanto al protagonista como a su entorno.
Incluso, Mbappé llamó a una reunión con Luis Enrique para entender cuál es su situación. En resumidas cuentas, quería saber si iba a seguir alternando campo con banquillo, incluso en la Champions League (este martes se podrá comprobar con el partido de vuelta de los Octavos de Final vs. Real Sociedad en Anoeta).
Lo cierto es que si este criterio del entrenador también se aplica en el certamen continental, Mbappé está perdiendo terreno en su obsesión por ser el máximo artillero de la temporada (por el momento suma 32 goles en 33 partidos) y, por consiguiente, en su deseo por hacerse con el Balón de Oro, dado que ya no tiene en su camino a Messi y CR7 como obstáculos (aunque ahora el obstáculo parece ser Luis Enrique).
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