Joan Laporta está muy enfadado tras la derrota del Barça en la final de la Copa del Rey ante el Bilbao. A pesar de que el equipo jugó mejor que en la final de la Supercopa de España, el resultado fue el mismo: una derrota.
Laporta se había autoimpuesto la conquista de títulos como principal objetivo de la temporada, por lo que la nueva derrota supone un duro golpe para sus aspiraciones. El Barça, ahora, solo tiene la Liga y la Champions League en juego, y ahora mismo las alarmas están encendidas en la entidad catalana, según cuenta el Diario AS.
Una prueba de los nervios que hay en el Barça es que Laporta no bajó al vestuario tras el partido para arengar a los jugadores. En la final de la Supercopa de España, Laporta había felicitado al equipo por el partido y asegurado que todo el barcelonismo estaba orgulloso de ellos.
Sin embargo, esta vez, Laporta prefirió no bajar al vestuario, un claro síntoma del deterioro que hay entre todas las partes.
Incluso, la semana pasada, Laporta había acudido a la Ciutat Esportiva para alentar al vestuario de cara a los próximos compromisos.
La Copa del Rey era el título más factible a día de hoy, pero una vez más, los jugadores no han sabido estar a la altura.
En el viaje de vuelta a Barcelona, todo eran caras largas. Ni tan siquiera el aniversario de Xavi, que cumplía 44 años, se celebró. Cada día parece más claro que el proyecto del actual entrenador tiene los días contados, por mucho que Laporta siga asegurando que se puede ganar incluso la Champions League.
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