Xavi Hernández resaltó en France Football que no se siente limitado para dirigir a otro equipo en LaLiga y enfrentar al Barcelona de Hansi Flick.
Xavi Hernández disfruta de unos meses libres luego de las turbulencias que sufrió su proceso en el Barcelona, sobre todo, en las últimas semanas, en las que había sido confirmado por Joan Laporta y a los pocos días se decidió que terminara su ciclo abruptamente.
Desde entonces, sonó para equipos de todos los mercados. Entre ellos Manchester United y AC Milan. Sin embargo, aclaró que su regreso a la conducción no tiene por qué ser fuera de España.
«No tengo nada fijado, estoy abierto a escuchar ofertas. ¿Por qué no entrenar a otro equipo de La Liga? Busco un proyecto ilusionante, tengo la ambición de ganar trofeos», avisó Xavi Hernández en conversación con France Football.
En cuanto a su formación, la cual le sirvió para su rol de entrenador, manifestó: «La Masia y mi posición en el centro del campo me dieron una ventaja, siempre vi el fútbol como un todo. No pensaba sólo en defender o atacar, sino en construir. Para mí, los mejores entrenadores son los excentrocampistas: Guardiola, Van Gaal, Ancelotti, Xabi Alonso, Arteta…».
Reflexión sobre su paso por los banquillos del Barça
«Mi primer año y medio en el Barça fue muy, muy bueno. Terminamos segundos antes de ganar LaLiga en 2023, además de la Supercopa de España. Luego, los resultados fueron menos buenos. Las salidas de Jordi Cruyff y Mateu Alemany fueron duros golpes».
»El club se encontraba en una de las peores situaciones de su historia, incluso peor que a principios de los 2000. Las expectativas eran muy altas en comparación con mi historia como entrenador. Mi profundo apego al Barça a veces no me hacía ningún favor. Quizás a veces era demasiado sentimental, pero fue un verdadero aprendizaje”.
El legado de Pep Guardiola
«Hacía dos años que no ganábamos y le preguntaron a Cruyff que quién creía que debía tomar las riendas del Barça y él respondió sin dudarlo: ‘Guardiola’. Había jugado a su lado y sabía que era un perfeccionista y que estaba obsesionado con nuestra filosofía de juego. Estaba convencido de que conseguiría triunfar».
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