La noche en Zorrilla dejó más que un simple marcador. El Atlético de Madrid salió con un triunfo contundente que lo impulsa hacia los puestos de cabeza, mientras que el Valladolid sigue hundido en la tabla.
El choque comenzó con un ambiente enrarecido por la protesta de la afición local contra la gestión de Ronaldo. El ritmo del juego se interrumpió varias veces por incidentes menores y una lesión, lo que mantuvo el duelo frío en sus primeros compases.
A la media hora se rompió la igualdad: Lenglet adelantó a los rojiblancos tras un envío de Llorente. Poco después, Julián Álvarez cazó un rechace para ampliar la ventaja y De Paul culminó una contra letal con el 0-3 que sentenció el duelo antes del descanso.
El espectáculo no acabó ahí. Griezmann dejó la jugada más brillante con una ruleta de tacón y una vaselina imposible para firmar el cuarto. El público, incluso el vallisoletano, reconoció la obra de arte con aplausos.
Cuando el duelo ya agonizaba, Correa lanzó una contra y asistió a Sorloth, que empujó el quinto. El 0-5 final dejó al Atlético con siete victorias consecutivas y a solo dos puntos del Barcelona, mientras que el Valladolid se aferra a la penúltima posición sin reacción.
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