Una noticia que estremece el panorama futbolístico: la UEFA y la Superliga mantienen conversaciones avanzadas para unificar criterios y dar vida a un nuevo certamen continental. Este acuerdo, de concretarse, reconfigurará por completo el calendario de élite.
La flamante competición conservaría el prestigioso nombre de UEFA Champions League y mantendría su formato de treinta y seis equipos participantes.
No obstante, la estructura sufrirá una transformación radical. Los clubes se dividirán en dos estratos: dieciocho de ellos, los de mayor ranking según la UEFA, formarán la categoría superior, mientras que los dieciocho restantes compondrán el segundo nivel.
La fase de liguilla presentará una novedad crucial: los dieciocho equipos punteros se enfrentarán únicamente entre sí, garantizando choques de máxima enjundia. Del mismo modo, los dieciocho conjuntos de la zona inferior solo competirán con rivales de su misma división.
En cuanto a la difusión, se vislumbra un cambio histórico: los derechos televisivos no se comercializarán a los canales tradicionales. El torneo se ofrecerá directamente a los aficionados a través de una innovadora plataforma de streaming, al más puro estilo Netflix, con un costo muy reducido o incluso gratuito.
Este revolucionario esquema competitivo tendría su inicio oficial pautado para el año .
Publicar comentario